23 nov 2014

Noviembre de pruebas.


En octubre acabé con la preparación de la moto y el cambio fue muy notable. Pasé de las barras de cuarenta y ocho WP con 265mm a unas barras de la misma firma pero de cuarenta y tres y con 300 mm de recorrido; de las llantas originales de 17” a las endureras de 21” delantera y 18” traseras; de un disco de freno delantero de 320mm a otro de 260mm y de una pinza delantera de doble pistón a una simple. Todo ello acompañado de unas Michelín MX, dejando por fin atrás las odiosas Continental Tkc, han hecho de mi torpe supermoto de campo, una trail de lo más ágil, con la que poder endurear sin grandísimas pretensiones por estos montes Gallegos que lejos de ser cosa fácil, guardan sorpresas a cada instante. Ahora es posible frenar en los descensos más fuertes sin el temor del bloqueo constante; maniobrar con facilidad salvando obstáculos; levantar el tren delantero con solo pensarlo o derrapar por intuición, haciendo de cada salida motivo de felicidad. La ligereza adquirida en el tren delantero juntamente con una relación de 14 dientes para el piñón y 45 para la corona, tienen gran parte de culpa.
Pero no todo está yendo tan bien. Un día un fusible me deja sin ventilador y otro sin arranque mágico, lo que obliga a pararse con detalle en la instalación eléctrica. Cuando todo va bien y lo eléctrico falla, todo va mal. Cierto es que no me deja tirado por ninguno de sus fusibles y llevarlos de repuesto es fácil y sencillo, pero es un problema constante que hace que las salidas no sean lo dinámicas que debieran. Lo demás muy bien. Hay que revisas las barras para intentar ablandarlas algo más porque todo parece indicar que su anterior propietario las había preparado para asfalto y ahora claro, esa dureza no permite que trabajen su extensísimo recorrido, haciendo que la palabra confort, se halla visto relegada a un diccionario de lengua extrajera, porque en el mío, no consta.

Así que este mes de noviembre que aún no ha terminado, está resultando una prueba de fuego para esta grandísima moto de reciente espíritu campero. El resultado del cambio es muy bueno y en cuanto solucione este par de problemillas expuestos, la moto será un diez, ¡¡estoy seguro!!.












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