El descanso

Ayer me hice la etapa con la "esterco" 300 pata negra y fue como rodar sobre algodones. Decir que mi moto estaba cumpliendo otro cometido que nada tiene que ver con reparaciones, pero el caso es que me tocó la loto por un día y fui agraciado con aquella máquina que se pilota con la mente y donde pones la mirada, como por arte de magia, pones la rueda. Una gozada después de 1500 kms de campo con mi tranganillo multifunción.
Para mí la "trans" acabó ayer y hoy he decidido darle a mi fierro lo que más le gusta. Curvitas ratoneras en paralelo al track de los compis endureros, y así llegar juntos a Pontevedra. Es una etapa complicada con hora de llegada y soy consciente de que en Galicia, mi presencia en el grupo retrasaria la marcha y no es cuestión. Ellos también se merecen un premio después de tantos días cuidando de mí y esta puede ser una de tantas maneras de agradecérselo.