y llegaron los reyes...

Carol llevaba todas las navidades con el run run de que mi regalito no llegaría en buena fecha y así fue, el día “D” resultó ser ayer mismo con el turrón caducado de un día, pero eso es lo de menos... Me lo entregó, lo abrí y al verlo el tono agilipollado que adoptaron mis facciones creo dejarán huella en mi rostro para el resto de mis días.

Se trata del libro de “a rodas polas aldeas”, sí, dige bien, el libro, publicado por una editorial, con los derechos de autor reservados (por si alguien me plagia jajaja) y toda la pesca... un libro como tal, con el contenido íntegro de este blog hasta la fecha en que Carol decidió llevar a cabo tal barbaridad y con la increible tirada para su primera y genuina edición, de un único ejemplar, el mío jeje.

El libro me ha hecho la ilusión que hace un detallazo de este calibre, pero lo que me ha desbordado, lo que me ha condenado a este nuevo look facial, es el hecho de haber constatado una vez más la conciencia que ha tomado mi pareja con mi pasión incompartida, por la que ha llegado a mostrar un respeto que de ninguna manera llegaré a compensar. El hecho de verme acompañado por alguien que después de catorce años me sigue entendiendo y ha hecho el esfuerzo de comprender mi evolución sobre las dos ruedas, es lo que ha marcado este regalo a fuego.

Gracias Carol, por el grandísimo y costoso trabajo en la edición y por haberte sobrepuesto una vez más a esa apatía por un mundo que no comprendes, por mi. Pensaba que tu generosidad y apoyo en mi último viaje serían difícilmente superables y no has tardado ni un año en demostrarme lo capaz que eres de batir tus propias marcas. Gracias.